Todo va sucediendo en su momento. En la presencia del instante. La vida por ella misma se mueve.
Como decía en el escrito anterior, en la calle, en India, uno se convierte en un vehículo más entre todos los otros. Al cruzar una calle en la que pasan constantemente infinidad de coches, buses, tuctuc, rickshaws, taxis, motos. Todos sin un orden establecido. Dejando que el propio caos ordene todo. Uno en medio de todo ha de decidir pasar por un flujo que no va a parar. Y hay ese momento en el que la decisión llega y sin dudar uno empieza a caminar. Y por arte de magia te encuentras al otro lado de la calle, totalmente indemne. Creo totalmente en la sincronicidad.
Hace ya 6 días de mi llegada a Tiruvannamalai. Y desde un principio todo se ha dado para que aquello que he venido a sentir, se de. Sin saber que he de sentir a cada instante, estos se van dando y con certeza se que es eso.
Agradecido por cada momento en este lugar. Arunachala (Annamalai Hill), es la montaña que regenta esta zona. Según se dice por aquí, es un rayo de luz de la deidad Shiva. La conexión directa con Dios.
Sea lo que sea, es un lugar que cautiva a muchos buscadores del Ser. Te das cuenta que has llegado cuando conectas con una soledad muy profunda. Que cuando la acoges te permite entrar en aquellos que ya eres.
Fácil perderse. Y agradecido con aquellos que voy conociendo, que por simpatía nos acompañamos en nuestra preciosa soledad del Ser.
Esta zona es India profunda. No hay mucho que ver. No hay mucha distracción. Si que hay suciedad, y polución. Y ruido como en muchas partes de India. Y en medio de todo siempre hay rincones donde sentarse con tranquilidad.
Aquí te vas a encontrar a bastantes Sadus (renunciantes) que viven en la intemperie i de la comida que la gente les lleva. Hay un paseo lleno de ellos. Me dijeron que hay unos 200.
Todavía me quedan unos días para disfrutar y aprovechar este gran regalo.
Sin un tiempo concreto para cada cosa, los días van pasando.
Quien sabe! Mañana puede que suba a la cima de Arunachala.
Un abrazo grande
ALFONS MOLINA 
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